El estudio de la vitamina A (retinol) y sus derivados (retinoides): tretinoína, adapaleno, tazaroteno, etc; ha resultado en el desarrollo de fármacos ampliamente utilizados en procesos cutáneos inflamatorios, disqueratósicos, infecciosos e hiperproliferativos, además de su participación en oncohematología. También juegan un papel central en el cuidado de la piel por daño secundario a los radicales libres, como lo demuestra su aplicación para prevenir y tratar el envejecimiento prematuro.
En 1933 se describen por primera vez las manifestaciones dermatológicas de la deficiencia por vitamina A, y desde entonces el constante desarrollo de nuevos principios activos derivados de este micronutriente. En 1971 fue aprobado el primer retinoide tópico: la tretinoina al 0.05% por la FDA. A la fecha se han registrado más de 2000 formulaciones y derivados, sin embargo, solo unos cuantos han sido aprobados. El retinol y sus análogos sintéticos juegan un papel crucial en la remodelación cutánea, ya que regulan la queratinización epidérmica, así como la diferenciación, maduración y proliferación de sus células…
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